Mitos: Tarot y destino
En los artículos anteriores hemos visto qué es el tarot y
qué beneficios puede brindarnos una lectura de tarot. Aunque hoy existe un
renovado interés por este tipo de herramientas espirituales, aún quedan muchos
mitos en torno al tarot y su utilización. Casi todos están basados en las creencias
populares, la mayoría de índole religiosa, que hacen parecer al tarot como algo
secreto, oculto, oscuro, incluso maléfico.
Vamos a empezar a ver una serie de artículos en los que hablaremos de los mitos que existen en torno al tarot. Busca el hashtag #DerrivandoMitosTarot. El primer mito que vamos a ver es:
las cartas marcan tu destino
Ninguna afirmación puede ser mal falsa que esa. ¿Por qué?
Pues simplemente porque las cartas no tienen ningún poder sobre el consultante,
es decir, sobre ti. Ni las cartas, ni nada en este mundo puede marcar tu
destino, ¡excepto tú! Las cartas simplemente indican.
Esta idea generalizada viene dada por la noción que existe sobre el
destino como el guion de una película en el que está escrito segundo a segundo
lo que sucede en la vida de los personajes. La vida real no es así.
Es cierto que los seres humanos venimos a cumplir una misión en la tierra y nuestros sueños y pasiones son indicadores de ese propósito divino. Todas las personas que habitamos el planeta tierra somos libres de escoger la vida que tenemos, ¿cómo?, a través de nuestro libre albedrío, es decir, de nuestra capacidad de decidir lo que hacemos o dejamos de hacer, la capacidad de actuar ya o de esperar, la capacidad de decir sí o decir no.
Es cierto que los seres humanos venimos a cumplir una misión en la tierra y nuestros sueños y pasiones son indicadores de ese propósito divino. Todas las personas que habitamos el planeta tierra somos libres de escoger la vida que tenemos, ¿cómo?, a través de nuestro libre albedrío, es decir, de nuestra capacidad de decidir lo que hacemos o dejamos de hacer, la capacidad de actuar ya o de esperar, la capacidad de decir sí o decir no.
Para continuar necesito que enciendas el lóbulo derecho de
tu cerebro porque vamos a imaginar.
Supongamos que estás en tu casa y quieres ir a cine. Ahora,
imagínate que enciendes tu teléfono celular y luego accedes a tu aplicación de
mapas. En ella aparece tu posición actual y los sitios que están más cerca de ti.
Ahora ingresas el nombre de tu sala de cine favorita y la aplicación, muy
probablemente, te muestra diferentes rutas para llegar a donde quieres ir.
Para que tú veas tu película debes decidir qué ruta tomar y,
además, necesitas caminar o tomar algún medio de transporte. Pero el celular no
te carga, ni te arrastra hasta la entrada del cine y la aplicación de mapas no te
hace aparecer mágicamente en la taquilla.
Ahora volvamos al mundo real. El celular con sus apps son
una herramienta, al igual que el tarot. Cuando consultamos al tarot sobre
cualquier tema, estamos observando un mapa de nuestra vida. En la lectura de
las cartas podemos ver cuál es nuestra posición actual en el contexto de la
consulta, también podemos conocer información que ignoramos, claro. Pero si lo
que tú quieres es alcanzar un objetivo en tu vida y conseguir a una meta, el tarot
te puede indicar una ruta, puede ayudarte a que reconozcas un camino para
lograr esa meta. Y al igual que sucede con la aplicación de mapas de tu celular, si tú no te
mueves o utilizas los medios necesarios no vas a llegar a ningún lado.
Una lectura de tarot nunca te va a llevar a ninguna parte, a menos que tú mismo, en conciencia, pongas tus manos a la obra, des el primer paso en ese camino que, entre otras cosas, tú mismo tienes capacidad de cambiar.
Una lectura de tarot nunca te va a llevar a ninguna parte, a menos que tú mismo, en conciencia, pongas tus manos a la obra, des el primer paso en ese camino que, entre otras cosas, tú mismo tienes capacidad de cambiar.
Con gran frecuencia esas rutas que nos propone el tarot no
son del todo placenteras porque pueden implicar cambios que nos hacen salir de
nuestra zona de confort o renunciar a personas, cosas o situaciones por las que
sentimos apegos. Entonces, la implementación de esos cambios resulta difícil,
tediosa o incluso dolorosa, por lo tanto, la lectura queda desestimada y la
información, que pudo haber sido de gran ayuda, queda en el olvido.
Aquí sucede algo ciertamente lamentable. Muchas personas se
entregan al flujo de destino, esperando que la corriente de la vida los
arrastre hacia un lugar indeterminado. Otros, en cambio, utilizan la
información que obtienen de una lectura de tarot como un insumo adicional para reflexionar sobre su situación, tomar sus decisiones y actuar en consecuencia.
El tarot NO marca tu destino.
NO. Escrito en mayúsculas ¡NO!
El tarot no tiene ninguna potestad sobre tu vida, simplemente te da información
con la cual puedes tomar decisiones y poner manos a la obra que, en últimas, es
la única manera como transformamos nuestro destino.
Mis mejores deseos para ti.
Atentamente,
@TarotLatino
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